Agencias - Apenas hace un mes, Goldstein dejó de publicar la
revista Screw y presentó una solicitud de protección por bancarrota para poder
recortar costos, relanzar la revista y reenfocar la atención en su sitio web.
Presiones similares han aquejado a todo el campo de la publicación de
pornografía. General Media Inc., de Bob Guccione, también presentó la solicitud
de protección por bancarrota, aunque su popular revista Penthouse sigue
publicándose mientras la compañía se reestructura.
El viernes, Guccione renunció como presidente de la compañía matriz de General
Media, Penthouse International. Permaneció al mando de la revista, cuya
circulación ha declinado de casi un millón de ejemplares a 565.700 en los
últimos cinco años.
Goldstein dijo que esa caída muestra que "somos un anacronismo; somos un
dinosaurio; somos elefantes camino al cementerio para morir. ... El sistema de
envío ha cambiado, y tenemos que cambiar con él si queremos subsistir".
Fundada en 1968, Screw tuvo éxito en sus inicios. Su mezcla de editoriales
escatológicas, fotos pornográficas y artículos irónicos vendía unas 140.000
copias por semana. Para el año pasado, las ventas cayeron a 30.000.
Los proveedores de revistas para adultos deben expandir sus métodos de
publicación para sobrevivir, dijo Samir Husni, director del programa de revistas
de la escuela de periodismo de la Universidad de Misisipí.
"La revista seguirá siendo la piedra angular para la marca, pero en el futuro,
el verdadero dinero se hará por otro lado", dijo Husni. Cientos de nuevos sitios
pornográficos en internet lanzan cada mes, dijo, comparado con 30 nuevas
revistas para adultos en todo el año pasado.
"Ese es un tipo de revista que realmente no puede competir con la internet y la
televisión", expresó Husni. "El sexo se ha convertido en una entidad corriente".
El editor de Hustler Magazine, Larry Flynt, quien dice su compañía ha tenido
éxito en el nuevo mercado, acepta que las revistas son una raza en vías de
extinción.
"Esta última década ha sido muy mala para las revistas para hombres, y podría
ser peor", dijo en una conversación telefónica desde su oficina en Los Angeles.
"No voy a decir que va a morir porque algunas personas siempre querrán sentir
esa revista en sus manos, pero nunca tendrá el impacto que una vez tuvo".
Flynt dijo que su compañía comenzó a diversificarse hace una década, y ahora
tiene una presencia en la internet y en la industria de las películas para
adultos.
"Hoy puedes ver más en cable y satélite de lo que podías ver en lo que publiqué
en 1974", expresó. "Sinceramente pienso que Guccione y Al Goldstein no tenían
idea del efecto que la tecnología iba a tener en el campo editorial".
Incluso una inquebrantable como Playboy, que ha permanecido rentable, ha visto
un creciente éxito en sus negocios de internet mientras los ingresos por la
venta de su revista han declinado.
Representantes de Playboy Enterprises Inc. no respondieron llamadas en busca de
comentarios, pero en sus resultados del tercer cuarto la compañía reportó que su
negocio en línea ganó 474.000 dólares en comparación con una pérdida de 2,2
millones de dólares en el mismo período del 2002. Entretanto, las ganancias por
publicación cayeron 47 por ciento a 1 millón de dólares por una baja en los
ingresos de publicidad.
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