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En un comunicado hecho publico durante el IV Encuentro
Europeo de los Artistas, la sociedad gestora de los derechos de autor en
Francia, la ADAMI, y socia de la SGAE, pide que los proveedores de acceso a
Internet, los ISP, paguen "un permiso especial” para "compensar las
consecuencias de la descarga de música y de películas sobre Internet".
Según esta entidad, el canon "se calcularía sobre todo en función del precio
pagado por los abonados a los proveedores de acceso" así como en función del
volumen de negocios de estos. "Esta remuneración se repartiría equitativamente
entre autores, artistas intérpretes y la industria discográfica".
Jean-François Dutertre, secretario general de la Adami explico que con este
canon "No se busca volver legal la piratería sino compensar económicamente a los
perjudicados de las perdidas que produce la descarga salvaje de la música y de
películas a través de este cargo".
Los responsables de esta entidad gestora quieren abrir un periodo de discusiones
con otros integrantes de la industria y del mundo político para integrar este
canon en el proyecto de ley sobre los derechos de autor que debe transponer la
directiva europea sobre el copyright (EUCD). Por suerte para los internautas
franceses el cargado calendario del Parlamento no hará posible una primera
lectura de este proyecto hasta finales del primer semestre del 2004.
La industria musical no lo apoya pero la fuerza de los autores es inmensa
Por el momento la ADAMI solo cuenta con el apoyo de otra sociedad del sector, la
Spedidam (Société de perception et de distribution des droits des artistes-interprètes
de la musique et de la danse).
"Es la peor de las ideas para luchar contra la piratería", comenta Marc Guez,
director general de la SCPP (Sociedad civil de los productores discográficos).
"
¿Si uno puede descargar legalmente gratis música o video, quien va a comprar?"",
prosigue, a la vez que señala la falta de fundamento jurídico de esta
disposición si se llega a aplicar.
Jean-François Dutertre considera que la oposición de la industria discográfica
se enmarca dentro de su estrategia más radical hacía el intercambio de ficheros,
con sistemas de protección anticopia, filtros anti-descarga y demandas, como en
el caso de los EEUU hacía los elementos más destacados. "Veremos cuando esto
ande" si se apuntan o no... dice el ejecutivo de ADAMI, consciente de su poder
de persuasión entre aquellos sectores que deben aprobar su propuesta.
Los ISP en contra
Tampoco están de acuerdo los proveedores de acceso con la propuesta de la ADAMI.
Para estos, los autores se equivocan al dirigir su petición de un "impuesto
especial" a unos proveedores cuya función en este negocio es proveer el acceso y
no el contenido que los usuarios pueden encontrar en la red. "La norma
generalmente establecida es que quien difunda la música, pague", dicen desde la
Asociación de Proveedores de Acceso, AFA, que agrupa a las principales empresas
que operan en Francia.
"Por otro lado, insisten, esto significaría legalizar la descarga", ya que al
pagar un "canon" los internautas se sentirían aliviados cuando ejerciesen esta
actividad ilegal. Los proveedores, desmienten, además, que el P2P sea la
principal razón del éxito de las conexiones de banda ancha. "Las ventajas de una
conexión permanente e ilimitada, son el principal foco de interés de los
usuarios", así como el uso de mensajería instantánea y salas de chat, dicen desde
la AFA.
La impresión generalizada es que en caso de aprobarse este canon seria
repercutido hacía los abonados para que no afectase a los planes de negocios y
previsión de ingresos que los proveedores de Internet tienen en marcha
Extensión a otros países
La propuesta de la ADAMI es una vieja aspiración de las entidades gestoras de
derechos de autor en distintos países. Ya en varias ocasiones la SGAE se ha
referido a temas semejantes, aunque por el momento ha preferido librar su
particular luchar por la aplicación del canon en los CDs vírgenes. No hay
ninguna duda de que en caso de aprobarse una medida semejante en el país vecino,
entidades como la SGAE pedirían su aplicación en sus zonas de actuación,
obteniendo una nueva fuente de ingresos que les "protegiese" de las perdidas que
esta significando para sus arcas la caída de ventas de los compactos.
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