Durante la conferencia, Farré, advirtió de que "si los
derechos de Propiedad Intelectual no se protegen, la red de redes desaparecerá
porque no tendrá contenidos", exponiendo, además, que "en la SGAE
no representamos a las grandes multinacionales sino a los pequeños autores y
artistas".
Sus palabras fueron contestadas por cerca de 350 personas, con gritos de
“ladrones” o “dictadores”. La mayoría de los asistentes a la
conferencia llevaban camisetas y pancartas en contra del canon que SGAE cobra
por cada CD y DVD virgen.
Farré comentó que "el pirateo perjudica a los creadores" y argumentó que
"debido a éste las discográficas prefieren apostar por valores seguros como
recopilatorios de Simon & Garfunkel" y adelantó que "no
se plantea por el momento denunciar a los usuarios de las nuevas formas de
"piratería", como las plataformas de Peer to Peer (P2P), porque por el
momento optan por "sensibilizar a la sociedad de que se trata de un acto ilegal".
En cualquier caso, apuntó que en países como EEUU, Francia,
Italia y Canada ya se han iniciado las demandas judiciales contra este uso. pero
recordó "la necesidad de proteger el derecho de autor en los soportes
digitales para poder mantenerlos". El responsable de la SGAE insistió "en
que no hay justificación para suprimir el derecho de propiedad intelectual",
que a su juicio "actúa como incentivo para los creadores que merecen ser
retribuidos por su trabajo".
En el turno de preguntas algunos de los asistentes acusaron a la SGAE de
considerar "que el talento es escaso" y de "servir los intereses de las
multinacionales". En este sentido, Farré reconoció que "el poderoso acaba
imponiendo sus condiciones a los menos poderos" aunque matizó que "la SGAE
está para proteger a los autores".
Preguntado por los asistentes por el canon compensatorio de los
discos compactos grabables o CD-R, Farré explicó que la propia Ley de Propiedad
Intelectual establece que cualquiera puede realizar una copia doméstica de un
disco o película, lo que se conoce como "copia privada". Aunque, a cambio,
recalcó que también "la ley establece una pequeña cantidad o canon
compensatorio para proteger, de algún modo, a los creadores".
Ante el malestar expresado por los asistentes a la Campus
Party, el director, Francisco Ragajeles, recomendó en los momentos previos a
la conferencia que se respetase al responsable de SGAE y al finalizar valoró que
"se han comportado muy cívicamente y estoy muy contento". No
obstante, durante la charla varios jóvenes increparon a Farré, quien recibió
algunos abucheos como "respuesta" a alguna de las afirmaciones vertidas.
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