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Agencias - Desde hace mucho tiempo se sabía que los hemisferios
derecho e izquierdo del cerebro procesan el sonido de manera diferente, pero se
pensaba que esas diferencias provenían de propiedades de las células de cada
hemisferio cerebral.
Este estudio sugiere que las diferencias empiezan en el oído.
"Siempre pensamos que nuestras orejas, la izquierda y la
derecha, trabajaban de manera exactamente igual", dice la jefa de los
investigadores Yvonne Sininger, de la Universidad de California, en Los Angeles.
"Como resultado de eso, tendíamos a pensar que no importaba cuál oído
estuviera dañado en una persona. Ahora vemos que esta (diferencia) podría tener
una profunda implicación en el desarrollo del lenguaje y el habla en una
persona".
El estudio, que aparece en la última edición de la revista
Science, podrá ayudar a los doctores a aumentar el desarrollo del habla y del
lenguaje en recién nacidos con problemas auditivos y en la rehabilitación de las
personas con pérdidas auditivas.
Sininger y sus colegas estudiaron la audición de más de 3.000
recién nacidos, especialmente los pequeños amplificadores localizados en las
células ciliares externas del oído interno.
Esas células se contraen y se expanden para ampliar las vibraciones sonoras,
trasmitiendo las vibraciones a las células neuronales y enviándolas al cerebro.
Los científicos insertaron en los oídos de los bebés sondas
minúsculas que emitían dos tipos diferentes de sonidos y medían las vibraciones
amplificadas. Así, hallaron que los sonidos del habla tenían mayor amplificación
en el oído derecho, mientras que los sonidos de la música estaban más
amplificados en el oído izquierdo.
"Nuestros descubrimientos muestran que el proceso auditivo
empieza en el oído antes que en el cerebro", explica la coautora del
estudio, Barbara Cone-Wesson, de la Universidad de Arizona. "Incluso al
nacer, el oído está estructurado para distinguir entre los diferentes tipos de
sonidos y enviarlo al lugar correcto en el cerebro", dijo. |