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Amazings - El invento ha sido descrito en el número del 30 de
agosto de la revista Applied Physics Letters. Las entrañas del reloj
tienen el tamaño de un grano de arroz (1,5 mm de lado y 4 mm de alto), consumen
menos de 75 milésimas de vatio (permitiendo su operación con baterías) y son tan
estables que ganan o pierden un solo segundo cada 300 años.
Lo interesante del dispositivo es que puede ser fabricado y ensamblado en obleas
de semiconductor, utilizando las mismas técnicas que se emplean para construir
sistemas micro-electro-mecánicos (MEMS). Tiene pues el potencial de ser
producido en masa y a bajo coste, creando un reloj atómico del tamaño de un chip
de ordenador que puede integrarse fácilmente con otros aparatos electrónicos.
Junto al núcleo del reloj se integrará un oscilador externo y un circuito de
control, obteniéndose un reloj acabado que ocupará sólo 1 cm cúbico.
Dado que su consumo eléctrico es tan bajo, puede ser alimentado con baterías
convencionales. Ello permitirá su incorporación a teléfonos móviles y otros
sistemas portátiles manuales, explica John Kitching, investigador principal en
el proyecto.
Actualmente, el mini-reloj atómico es comparable en tamaño y estabilidad a largo
plazo a los osciladores de cristal de cuarzo utilizados hoy en día en los
aparatos portátiles. Pero los científicos del NIST esperan mejorar esta
estabilidad a largo plazo y reducir aún más su consumo eléctrico, hasta el punto
que mejore sustancialmente el rendimiento de muchos sistemas comerciales y
militares que requieren una gran precisión en la medida del tiempo.
Los relojes atómicos habían sido tradicionalmente muy grandes, hasta dos metros
de alto, consumían mucha energía y eran muy caros de construir, por eso el
mini-reloj es todo un avance.
El nuevo reloj mide el tiempo a partir de las vibraciones naturales de los
átomos de cesio (9.200 millones de “tics” por segundo), pero emplea un diseño
diferente que sus antecesores. En él, el vapor de cesio está confinado en una
célula hermética y es sondeado con luz procedente de un láser infrarrojo
igualmente pequeño, que genera dos campos electromagnéticos. La diferencia en
frecuencia de estos dos campos es ajustada hasta que iguala la diferencia entre
dos niveles de energía de los átomos. Los átomos entran entonces en un “estado
oscuro” en el que dejan de absorber y emitir luz; este punto define la
frecuencia natural de resonancia del cesio. Un oscilador externo, como el
cristal de cuarzo empleado por los relojes de pulsera, puede ser entonces
estabilizado según este estándar. |