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Angel Cortés -
Brasil, Malasia... países donde los gobiernos han promovido la compra de
ordenadores con distribuciones Linux los usuarios reemplazan ese sistema
operativo e implantan versiones pirateadas de Windows.
Podríamos buscar mil y una excusas, que Linux es más complejo, que existen
pocas herramientas y juegos... la verdad, sin embargo, parece ser muy
distinta. Usar Windows es escalar un peldaño en un estatus social donde
los más "pobres" usan Linux.
Dicen los investigadores que Microsoft se ve "beneficiada" en estos países
por la pirateria. Bien, la realidad es que no económicamente aunque si
"socialmente" identificando de esta manera el SO con marcas populares que
marcan estilo o nivel social: Lacoste, Dockers, etc.
Este hecho conduce a que las inversiones que los gobiernos realizan en
promocionar el uso de software libre caigan en saco roto sin beneficiar a
la sociedad. Es un problema.
Tampoco ayuda a que algunos proyectos, como el promocionado por Nicholas
Negroponte sea identificado como el "ordenador de los pobres". Narices,
nadie quiere ser pobre y menos aún que le identifiquen entregándole una
serie de herramientas que involuntariamente facilitan una fractura social
en "aras" de buscar una integración digital.
La implantación y el desarrollo de Linux se ve fuertemente perjudicada por
estas políticas provocando un rechazo que en nada lo benefician. No
podemos ni nunca podremos competir con un "Wolskwagen", un "Audi" o un
"Mercedes" promocionando un "Seat panda" y eso es, lamentablemente, lo que
están haciendo ciertos gobernantes con el aplauso de sectores que no
entienden nada o si lo entienden perfectamente y que prefieren seguir
manteniendo a los pobres... pobres. |